sábado, 24 de mayo de 2014

¿EL QUE MUCHO ABARCA POCO APRIETA?



A partir de la enemistad entre el gobierno y el grupo Clarín, el velo se corrió y los medios comenzaron a ser cuestionados, desde su labor hasta su credibilidad. Pero cabe preguntarse ¿qué paso antes de dicho estallido?
 
En principio, es importante remarcar que los medios de comunicación no son desde el 2003 empresas periodísticas, lo eran desde mucho antes. Durante la época menemista, los medios no escaparon a la ola de privatización y dejaron de ser del Estado para pasar a ser privados. Dicho hecho marco un antes y un después en la historia mediática.

Con influencia de capitales extranjeros y estando en manos privadas, la titularidad de muchos medios pasaron a pocas manos. La primera medida del gobierno de Menem fue la modificación a través de decretos presidenciales de la ley de Radiodifusión N°22.285, heredada del gobierno de facto de Jorge Videla. 

Pero lo más importante llego con el blanqueo de la propiedad de emisoras radiales, donde aquella persona o empresa que hasta el momento tenía la posibilidad de poseer 4 licencias, elevo su límite a 24. Fue así que desde el momento de la privatización, acompañada por leyes que flexibilizaron el acceso a poseer más y más, los medios comenzaron a concentrarse en manos de pocos.

Desde aquel “¿Qué te pasa Clarín, estas nervioso?” y el conflicto con el campo, la amistad que unía al medio con el gobierno se rompió. Con esto se corrió el velo y comenzó a hacerse más conocido el mapa, ahora famoso, que expresa todas las empresas que conforman al “Grupo Clarín”, pero es importante recordar que dichos entramados de negocios, arrancaron con la época menemista.

Ahora bien, el poderío del Grupo puede dividirse en dos categorías: económica y simbólica. La primera categoría implica los millones y millones de dólares que facturan casi por segundo. La segunda, y no por eso la menos importante, engloba el efecto que tiene en la opinión pública que muchos medios tengan el mismo dueño. 

El poder es eso, no solo tener los recursos económicos, si no calar hondo en la mentalidad del receptor. Por eso, cuando existen distintas emisoras de radio, programas de televisión y diarios, pero que tienen la misma línea editorial, el poder se manifiesta en todo su esplendor. Lejos quedo el concepto de: pluralidad de voces, con todo lo que ello implica. 

Igualmente, en la actualidad, si bien el poder del Grupo no disminuyo, logro quedar en evidencia y estar más presente en la mente de aquel receptor que antes lo ignoraba. Por eso, el estallido y la crisis de credibilidad son sufridos por los trabajadores y los dueños de los medios de comunicación, pero para la sociedad representan un escape a la monarquía mediática.

Volviendo a la duda que titula dicho análisis, podríamos afirmar que el Grupo no solo es dueño de un centenar de empresas y medios, si no que también logro romper con el dicho, porque Clarín logra ser día a día la representación de que el que mucho abarca, puede apretar y mucho.

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