sábado, 24 de mayo de 2014

TEORIA DE UN SOLO DEMONIO



La década de los setenta fue, sin duda, la más sangrienta de los últimos años. Con un gobierno defacto, la Argentina se convirtió en un completo infierno. Pero hoy, tiempo después, los 70 sirven para reflexionar, analizar y re-significar. 
 
El golpe militar de 1976 no solo significo uno de los exterminios más cruentos de la historia argentina, sino que también represento un aparato económico y simbólico que busco destruir más allá de la materialidad. La dictadura tuvo un plan a futuro. La dictadura genero heridas que perduran hasta la actualidad. 
 
Una de las características principales de dicha época, donde se suele hacer mucho hincapié, es la tortura. Lejos de intentar disminuir el impacto que tuvo dicha metodología, es interesante e importante analizar aquello que no implico el uso de la picana. Es decir, en como la dictadura logro calar hondo en la mentalidad del argentino.
Desde el gobierno defacto hubo un plan económico que busco demonizar lo propio. Lo nacional era mala palabra y por eso había que importar cosas de afuera. Si bien “no” se utilizo la violencia física para instaurar este pensamiento, si se ejerció una violencia simbólica; la violencia mas silenciosa y peligrosa que hay.
A su vez, otro pensamiento reinante se manifestó en la famosa frase: “algo habrán hecho”. Es decir, desde el Estado se incentivo la desconfianza entre argentinos, el “no te metas”. Pensamientos que, quizás reformados, en algunas situaciones actuales siguen resonando, como un eco que no se va.

He aquí la importancia del golpe a futuro. El plan que llevaron a cabo los asesinos de cuerpos y de mentes, no terminaba con la asunción de Alfonsín. Es más, hasta podríamos deducir que los años posteriores al golpe no hicieron más que reafirmar aquello que había pasado. El Punto Final y la Obediencia Debida marcaron un rumbo claro.
Menem se encontró así, ante una sociedad vacía y encontró su contexto para continuar con el desastre. Con sus indultos, el “hombresito de la Rioja” no hizo más que reducir a la nada aquello que había pasado.Con su política económica idéntica a la dictatorial de: “si es de afuera es mejor”, solo acrecentó aquello que había sucedido.

Es decir, cuando nos referimos a la época de la dictadura, cabe destacar como dicho plan tenía una gran visión a futuro. La dictadura elimino a quienes no les pudo tallar la mente. Pero todos aquellos sobrevivientes, inconscientemente se dejaron atrapar y moldear la cabeza. Aquella batalla más difícil de ganar es la que tiene por campo de batalla al pensamiento.
Sin embargo, la actualidad presenta una bocada de aire fresco. Los jóvenes vuelven poco a poco a la vida política; se vuelve a considerar lo propio antes que lo internacional; la crítica para bien o para mal, regresa a la escena, entre otras cosas. Pero, sería un acto de necedad negar que, aun muchas cosas de aquel plan, sigan estando vigentes.

Es por eso que, sin duda, la Argentina durante el último golpe cívico-militar se convirtió en un infierno que tuvo a un solo demonio: a este plan que no solo gano poder a través del miedo, sino que también busco y logro meterse en la mentalidad del argentino promedio. Sin dudas ese demonio fue el único que reino durante esa época y dejo rastros..

¿EL QUE MUCHO ABARCA POCO APRIETA?



A partir de la enemistad entre el gobierno y el grupo Clarín, el velo se corrió y los medios comenzaron a ser cuestionados, desde su labor hasta su credibilidad. Pero cabe preguntarse ¿qué paso antes de dicho estallido?
 
En principio, es importante remarcar que los medios de comunicación no son desde el 2003 empresas periodísticas, lo eran desde mucho antes. Durante la época menemista, los medios no escaparon a la ola de privatización y dejaron de ser del Estado para pasar a ser privados. Dicho hecho marco un antes y un después en la historia mediática.

Con influencia de capitales extranjeros y estando en manos privadas, la titularidad de muchos medios pasaron a pocas manos. La primera medida del gobierno de Menem fue la modificación a través de decretos presidenciales de la ley de Radiodifusión N°22.285, heredada del gobierno de facto de Jorge Videla. 

Pero lo más importante llego con el blanqueo de la propiedad de emisoras radiales, donde aquella persona o empresa que hasta el momento tenía la posibilidad de poseer 4 licencias, elevo su límite a 24. Fue así que desde el momento de la privatización, acompañada por leyes que flexibilizaron el acceso a poseer más y más, los medios comenzaron a concentrarse en manos de pocos.

Desde aquel “¿Qué te pasa Clarín, estas nervioso?” y el conflicto con el campo, la amistad que unía al medio con el gobierno se rompió. Con esto se corrió el velo y comenzó a hacerse más conocido el mapa, ahora famoso, que expresa todas las empresas que conforman al “Grupo Clarín”, pero es importante recordar que dichos entramados de negocios, arrancaron con la época menemista.

Ahora bien, el poderío del Grupo puede dividirse en dos categorías: económica y simbólica. La primera categoría implica los millones y millones de dólares que facturan casi por segundo. La segunda, y no por eso la menos importante, engloba el efecto que tiene en la opinión pública que muchos medios tengan el mismo dueño. 

El poder es eso, no solo tener los recursos económicos, si no calar hondo en la mentalidad del receptor. Por eso, cuando existen distintas emisoras de radio, programas de televisión y diarios, pero que tienen la misma línea editorial, el poder se manifiesta en todo su esplendor. Lejos quedo el concepto de: pluralidad de voces, con todo lo que ello implica. 

Igualmente, en la actualidad, si bien el poder del Grupo no disminuyo, logro quedar en evidencia y estar más presente en la mente de aquel receptor que antes lo ignoraba. Por eso, el estallido y la crisis de credibilidad son sufridos por los trabajadores y los dueños de los medios de comunicación, pero para la sociedad representan un escape a la monarquía mediática.

Volviendo a la duda que titula dicho análisis, podríamos afirmar que el Grupo no solo es dueño de un centenar de empresas y medios, si no que también logro romper con el dicho, porque Clarín logra ser día a día la representación de que el que mucho abarca, puede apretar y mucho.

¿FANATISMO O MUERTE?



El movimiento peronista marcó un antes y un después en la política argentina. Mucho se ha escrito y se ha dicho sobre Perón y su clase obrera, pero aun se puede escribir más. ¿Cómo fue que los sin voz lograron gritar?  

¿Cómo fue que el peronismo logro ser lo que fue? ¿Qué se podría decir de todo lo que sucedió durante esos años? ¿Cómo fue que un líder político calo tan hondo en la sociedad, al punto tal de convertirse en un elemento primordial que construía la identidad? En principio es pertinente analizar cómo se gesto la base de apoyo protagonista del movimiento.

Dado que la crisis del ’30 dejo al granero del mundo sin compradores, los trabajadores rurales debieron migrar a las ciudades en busca de otra salida laboral. De esta manera nació incipientemente la base de apoyo que va a tener el General Juan Domingo Perón.  Con una Argentina llena de desamparados el futuro líder encontró el contexto ideal para su obra.

Por eso, de a poco y desde su lugar de militar, Perón comienza a interesarse por aquella clase obrera apartada, alejada de los intereses políticos del momento. Con esto, el General logra incomodar fuertemente a los grupos de poder, quienes comenzaron a tener miedo por la figura y el protagonismo que comenzó a robarles poco a poco.

Entonces, el gobierno defacto de Ramirez, no tuvo mejor idea que detener a Perón con el objetivo de correrlo del foco social; pero lejos de lograr su meta, lo único que lograron fue que aquellos parias que encontraron en su voz un apoyo, salieran masivamente a pedir por su liberación. 

Muy lejos de correrlo del foco, le regalaron a Perón la mayor demostración de apoyo. Cabe aquí analizar que aquellos que querían derrotarlo, no estaban equivocados… Perón era de temer, pero en el buen sentido; Perón vino a darle voz y voto a aquellos que no debían tenerla y eso fue motivo suficiente como para causar el temor de aquella clase que hasta ese momento había sido dominante.
 
Entonces, llega así el 17 de Octubre de 1945, posteriormente llamado “Día de la lealtad Peronista”, donde en diversos sectores del país se reunieron aquellos obreros que encontraron asilo bajo el ala del líder y pidieron a gritos su liberación. Vaya que molestaba el General y con dicha movilización temor pasó a ser el segundo nombre de los opositores. 

Ahora bien, Daniel James en su apartado titulado “17 y 18 de Octubre de 1945: El peronismo, la protesta de masas y la clase obrera argentina” nos acerca a la otra cara de la movilización, donde no solo fue una masa de obreros pidiendo por su líder, sino que también hubo disturbios, robos y apedreadas a los focos conocidos como antiperonistas (universidades, clubes de futbol, joyerías, etc).

De esta manera se logra gestar lo que luego va a ser casi como un fanatismo. Aquellos obreros que pedían por su líder, lo seguían ciegamente y eran capaces de todo por él. A demás, cabe remarcar que cuando Perón logra asumir al gobierno, por una amplia mayoría, se comienza a profundizar la idea de “ellos” (los olicargas) y “nosotros” (los trabajadores). Como dijo en su discurso del cinco por uno, “cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de los de ellos”.

El peronismo logra así traspasar los niveles de la “identidad política” y pasa a ser la identidad propiamente dicha. Eras obrero y eras peronista. Los “sin voz” pasaron a conformar el movimiento peronista. Lejos quedo la simple identificación política con el líder, Perón se adentro en la vida de los ciudadanos y a su vez, fueron ellos quienes le dieron el poder que él busco. 

 “El nacimiento de Perón como figura nacional estaba ligado, por lo tanto, a la intervención de los trabajadores, y en cierto sentido él carecía de historia antes de esa fecha. Los obreros, que lo habían rescatado, fueron también quienes reafirmaron su concepción de justicia social” Daniel James. “17 y 18 de Octubre de 1945: El peronismo, la protesta de masas y la clase obrera argentina”